sábado, 13 de septiembre de 2014

Capitulo 03

_¡Woooh…! ¿Así que nadador?
Dean sonríe.
_ Sip – contesta él – Soy todo un atleta.
Gina sonrió al imaginárselo con el pequeño traje de baño. Traje de baño que debía usar en cada entrenamiento.En el momento que esa imagen se instaló en la cabeza de Gina, se exigió sacarlo de inmediato....
Negando rápidamente para sacar aquel pensamiento de su cabeza, Gina se fijo en las chicas que pasaban al lado de Dean. Todas ellas le miraban el bien forma trasero de aquel chico.
Gina inevitablemente comenzó a reír.
_ Bueno… por esa misma razón las chicas te mirar el trasero.
_Uno no puede ser egoísta ¿No crees?
En ese momento ambos chicos llegaron a la cafetería, que estaba igual y está peor de llena que los pasillos de la escuela.
En el mesón solo había dos mujeres ateniendo alrededor de muchos caníbales tratando de conseguir algo de comida para su estomago.
Pero algo en un grupo de chicos que estaban aglomerados en el mesón, le llamo la atención a Gina. Y eso era una mujer de cabello castaño, que Gina no lograba distinguir completamente....Ella no sabía, que era lo que encontraba familiar en la forma de moverse de aquella mujer.
Entrecerrando los ojos, Gina trato de ver más allá del mar de chicos pero lo único que Gina lograba ver era…
_ ¿Quieres algo? – Pregunta Dean llamando la atención de Gina.
Parpadeando varias veces, Gina le hizo entender que ella no había captado bien lo que cavaba de decir. Así que Dean divertido le volvió a preguntar.
_ ¡Ahh! No gracias – respondió ella sonriéndole.
Dean de un momento a otro le toma la mano a Gina haciendo que caminara en medio de las mesa llenas de estudiantes.
Sin entender hacia donde la guiaba, Gina frunció el ceño, hasta que ambos de detuvieron en medio de una mesa.
En esa mesa estaba un grupo de chico con el mismo aspecto de chicos “Disney” que Dean tenía. Estar parada al frete de ellos, hizo que Gina se sentirá completamente incomoda y fuera de lugar.
<< Woo… estoy en medio de chicos de High School Musical >>
Pero en medio del aquel grupo estaban dos chicos que Gina ya conocía…
_¡Hey,Dean! Pensaba que el Sr. Sample te había hecho algo. Ya íbamos a ir a la policía a denunciar por presunta desgracia – dijo una de las chicas sentada en aquella mesa.
Ella tenía el cabello marrón oscuros y ojos avellana que le hacía destacar por su piel tostada… era una de las chicas que salen en las portadas de revistas de moda. Una chica completamente guapa.
En el minuto en que la chica hablo, el cabeza de zanahoria levanto la vista,y la ver a la chica que lo había encarado y a la vez había golpeo en aquella oficina, hizo que el chico se congelara, pero no de miedo sino de sorpresa.
Él la había visto hablar con Dean porque el Director los había presentado, pero nunca pensó que Dean la llevaría hacia su grupo de amigos y menos que estarían de la mano.
_ ¡Hey! – Exclama el chico pelirrojo después de salir de su trance de asombro – La chica de la mala genética.
Todos los que se hallan en la mesa se volvieron a mirar al chico por aquel comentario, e incluso Dean lo miro sin entender.
_ ¡Hey tú! – Exclama Gina fingiendo sorpresa al ver su presencia, en aquella mesa – El chico de miembro pequeño.
Las mejillas del Chico pelirrojo, se les tornaron rojas de vergüenza.
Todos en la mesa, se quedaron el silencio y con la boca abierta. E incluso Dean, estaba en completo shock por el comentario que Gina cavaba de hacer. Mientras que ella, solo se limitaba a sonreí satisfecha.
_ Como que se te salió el tiro por la culata, Gordon – Dijo rompiendo el silencio, el chico que Gina también reconoció de la oficina.
Era el chico regordete que había estado al lado de Gordon, mientras ella lo insultaba.
_ Cierra la boca, Rich – dice entre dientes el pelirrojo.
En ese momento Rich comenzó a reír desenfrenada mente y a dar golpes a la mesa entre risas, asiendo enojar mucho más a Gordon. Esté ultimo, echo furia, le lanzo la manzana sin terminar en el rostro de Rich, que fue a rebotar – la manzana – en la mesa.
Cuando Rich logro parar de reír, le dio un pequeño guiño a Gina toman dando la manzana que había caído al frente de él – La misma que Gordon le había lanzado – para luego darle un mordisco en la parte intacta.
_ Veo …–  comienza a decir Dean – Veo que ya se conocen.
Gina,  sin decir nada comenzó a reír, despertando mucho mas la curiosidad de Dean.
Discretamente, Dean dio una pequeña mirada a Gordon que maldecía entre diente. Así que fue Rich el que contesto la pregunta no realizada por Dean:
_ Bueno ella nos insulto por intentar ligar con su mamá, que a propósito esta bonísima – Rich le dio otro mordisco a la manzana antes de continuar hablando -: Pero no le bastó hacer eso, si no que después, cuando iba saliendo de la oficina le dio EL golpe en la cabeza a Gordon.
En ese minutos todos en la mesa – incluyendo a Dean que seguía de pie, junto con Gina – comenzaron a reír, bueno… todo menos Gordon.
_ Fue de lo mejor. Lo hubiera visto. Fue Épico. – Continúo hablando Rich – Así que… ¡Sí! Creo que me quedo con la hija en vez que con la madre.
_ Lo dudo – respondió la chica que había hablado antes – con que contaste, ella te patearía el culo – los ojos avellana de la chica se voltearon hacia Gina, para darle una sonrisa amistosa – Ven siente.
Dean y Gina se unieron al grupo de amigos.
Haciendo espacio suficiente para que cupieran ambos chicos. Dean se sentó al lado de Gordon y un chico rubio. Mientras que Gina se sentó al frete de ellos, en medio de Rich y la chica de ojos avellana.
_ Hola, soy Alyson Walker – Dice la chica de ojos avellana, extendiendo una mano en dirección de Gina.
_ Gina Torres.
_ ¿Tienes familia latina? – pregunta Alyson abriendo los ojos.
_ Mis tátara, abuelos eran mexicanos – contesta Gina encogiéndose de hombros – Bueno es lo que me cuenta mi abuela.
Alyson comenzó a reír.
_ Eres graciosa – comenta Alyson entre risa.
Gina se limito a sonreír.
<< ¿En dónde me metió Dean? Ella está loca>>, pensó Gina mientras le daba la mejor sonrisa forzada que ella podía da.
En ese minuto, el móvil de Gina comenzó a sonar. Al solo escuchar el sonido, Gina sabia quien era.
“Ahhh…. La Vieja loca, corran con por sus vida… Aaahh…”
Todos al escuchar aquellos gritos y advertencia comenzaron a mirase entre ellos, pero después de unos segundos, todos se dieron cuenta que el que emitía tal sonido, era el móvil de Gina.
Era un mensaje de su madre.
Gina no quería leerlo, pero su madre nunca la llamaba si no era para algo urgente. Así que mucho menos le mandaba mensajes de textos. La curiosidad le gano, así que Gina lo leyó.
<< Estoy a punto de entrar a una entrevista de trabajo… deséame suerte.
Besos, M>>
_ Suerte – murmuro Gina al terminar de leer el mensaje.
(***)
_ Hola, Hermosura 
Caroline, vio como se acercaba Mark con su cabello castaño sobre la frente. Con su tan esbelto y formado cuerpo de nadador.
Caroline contuvo el aliento al verlo con aquellos Jeans ajustados y saco de cuero café, el cual vestía.... Pero su trance fue interrumpido al momento en que Ellen, que estaba a su lado le hablo.
_ ¿Sabes lo que es dignidad? 
_ ¿Perdón? - pregunto Carline  sin entender aquel comentario lleno de sarcasmo por parte de su amiga.
_ Solo digo que no seas tan obvia. Actúa como si no te importara. Eso es lo que le gustan a los hombres. No una puta que se le tirara a la cama de inmediato...
Caroline frunció el ceño y abrio la boca para responderle, pero las palabras se perdieron en el  aire, al momento en que Mark lleno a su lado, con su típica sonrisa de ganador.
_ ¿Como están mis chicas?
Caroline, no supo que decir, su respiracion se hizo dificultosa y  sus mejillas se tornaron de un rojo carmesí.
Por otro lado estaba Ellen, mirando a los alrededores de la cafeteria, fingiendo estar buscando alguna mesa vacía, pero lo que en realidad hacia era buscar a el chico de que le estaba quitando las horas de sueño. El mismo chico que la había rechazado millones de veces y el mismo que cuando ella había cumplido sus propósito, la había terminado. 
Ellen no se dejaba de preguntar ¿el por que? ¿que era lo que ella tenia de malo?  ¿Por que ninguna chica lograba estar a la altura de el gran atleta de la escuela Senior School? ¿Que era lo que realmente buscaba Dean Munn de la chicas?
Ellen Miller, pensaba que era perfecta. Cabello perfecto, cuerpo perfecto, ojos perfectos. Según Miller, no había nadie en la escuela que le llegara a los talones....
Claramente Ellen era guapa. Su cabello color miel - casi rojizo - era muy largo y sedoso. Su cuerpo era claramente, un cuerpo deseado por cualquier chico de la escuela e incluso los hombres mayores y sus ojos color esmeralda, causaba envidia entre las chicas... el único gran defecto de Ellen Miller era su personalidad; arica, sarcástica, manipuladora y una provocadora. A Ellen no le importaba lastimar a la gente a su alrededor. Su gran talento era herir el autoestima de las chicas a su alrededor, pisotearlas y romper completamente a las mujeres que la rodeaban.
Lo que tambien era verdad, era que Ellen deseaba ser admirada por los chicos a su alrededor. Entre mas chicos tenia bajos sus pies, más feliz era ella.
_ Y... - dijo Mark arrastrando la palabra - ¿Que desean comer? Yo invito.
_ Enserio. Bueno yo quiero...
_ ¿Tienes dinero? - pregunto Ellen interrumpiendo a su amiga.
Mark Bufo.
_ Yo te hacia mas de... vivir bajo la caridad de Dean.
_ Después preguntas porque Dean te boto - contesto Mark riendo entre dientes.
A Ellen, aunque ese comentario le molesto bastante, haciendo que su sangre ardiera de rabia, ella lo oculto bajo una sonrisa brillante que le hacia que todo su hermoso rostro se iluminara y se mostrara mucho mas dulce y cálida.
Ellen se acerco y al chico de grandes hombros y le toco suavemente el brazo izquierdo, mientras se mordía el labio inferior y lo miraba con gran deseo.
_ Siempre tan gracioso, Mark - Dijo ella meneando las pestañas dejando a Mark totalmente loco de deseo.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Capitulo 02

Dean sabía que el Director Sample se estaba aprovechando de la situación. Primero que nada, odia la idea de tener que compartir con ese tal “Torre” todo el día.
Y segundo, ¡Él no había arrojado la pintura a los alumnos que estaban en Educación física!
Aunque una cosa era cierta, Dean estaba agradecido con el Director Sample y eso era por no hubiera llamado a sus padres, porque si lo hubieran llamado, él hubiera tenido GRANDES problemas. 
Era duro tener que ser Hijo único y para más, hijo de una Profesora de Literatura y un Policía.
<< Yo y mi miserable Vida>>, bufaba Dean fastidiado.
Pero pasar el día completo con un desconocido no le había bastado al Director Sample, si no que aun tenía que cumplir el trabajo comunitario que le había ordenado cumplir. 
Por suerte, ya no estaba en detención.
De camino hacia la oficina, Dean se sentía que cada paso que daba más  furioso se sentía con Mark, su mejor amigo. Aunque al mismo tiempo él se culpaba por estar en ese situación.
Si no hubiera tratado de encubrir a su amigo…
<< Gracias a mi no estás suspendido, Mark. Pero no estarás muy tranquilo, porque me vengare de ti. >>
Siguiendo al Director Sample en una buena distancia, Dean llego a la oficina. Dio un breve saludo con la cabeza a Gordon Weber y Rich Koster - dos chicos que compartía clase de Química y que eran de su grupo de amigos.- que se encontraban en unos de los asientos de espera en la oficina.
 <<Probablemente se había metido en algún lio>>, se pensó el chico
Ambos chicos devuelve el saludo a Dean y esté ultimo se dirige al escritorio de la Srta. Moe – Recepcionista/Secretaria del Director – que le tenía bastante cariño, puesto a que era amiga de la familia y madrina del chico.
_ ¿Te has metido en problema nuevamente, Munn? – Pregunta la mujer de bastante edad.
Dean sonríe al escuchar la voz de preocupación de la mujer. Y agradecido de que no les haya dicho nada a sus padres, Dean le da un ligero beso en la mejilla.
_ No. Solo estoy aquí para cumplir mi condena.
_ Mmm… por la pintura de la semana pasada – recuerda la mujer
_ Sip.
La mujer negó con la cabeza con gesto de desaprobación y lo miro con los ojos entrecerrados.
_ Creo que deberías buscar nuevos amigos, Hijo. No creo que sea justo que tú seas el que page las consecuencias, por actos que no has hecho.
Dean no dijo nada, solo se limito hacer una mueca de disgusto.
_ ¿Qué es lo que tienes que hacer esta semana? ¿Nuevamente te toca limpiar los camerinos.
_ Ni idea – consta Dean encogiéndose de hombros.
_ Apesta.
_ Le encuentro toda la razón, Srta. Moe.
_ Creo que había acordado a que me llamaras por mi nombre, Dean. Te conozco desde antes que nacieras.
Dean rió entre dientes.
_ Ok. Entonces... Le encuentro toda la razón, Nancy
La mujer sonrió complacía...
Nancy encontraba a Dean un de los chicos mas encantadores de toda la escuela y no lo pensaba solo porque era su ahijado, sino porque sinceramente lo era.
Ella pensaba que si alguna vez hubiera tenido hijos, le hubiera gustado que uno de ellos hubiera sido como Dean. Atento y responsable.
Nancy sabía que Dean era un chico diferente a como la mayoría de los estudiantes de ese establecimiento. A él no le importaba lo que pensaba la gente de él, solo le importaba estar satisfecho con él mismo.
_ Entonces... - comienza a decir la mujer - ¿A que debe tu visita?
Dean dando un suspiro de cansancio, paso una de sus manos por su cabellos negro – ya bastante lago y con falta de un buen corte – murmurando palabrotas lo suficientemente bajo para que Nancy no la escuchara.
_ Vengo a buscar a un tal Torres. Creo que un alumno nuevo del último año.
_ ¡Ahh! - exclamo la mujer – Bueno… suerte con ella.
_ ¿Con ella? – Pregunta Dean frunciendo el ceño – ¿Es una chica?
_ Sip – contesta ella mirando más allá de Dean – Está detrás de ti, hablando con el Sr. Sample.
Dean girándose hacia la dirección que Nancy miraba, la vio.
Ella no era la clase de chica que él estaba acostumbrado a ver en la escuela. En realidad ella era todo lo contrario a lo que él estaba acostumbrado a las chicas de su ciudad.
Su cabello marrón no muy largo, que llegaba a sus hombros, el cual tenia las puntas de un fuerte color verde.
La chica, usaba Jeans gastados y rotos con una remera de alguna banda de Rock pesado y sus uñas mostraba alguna muestra, de que alguna vez uso esmalte negro.
Si era todo lo contrario a lo que la escuela acostumbraba a ver. Pero a pesar de su aspecto duro y distinto, Dean la encontró guapa.
Según él, ella tenía la clase de belleza natural, sin falta de maquillaje para destacar sus rasgos delicados y femeninos.
Dean confirmo su teoría al ver la pequeña sonrisa que se le forma en sus labios, por algún comentario que el Director Sample le hubiera dicho. 
El chico sonrió al ver aquella nueva compañera. La posibilidad de pasar el día completo con ella para – como decía el Director Sample – ponerla al tanto del establecimiento, ya no le parecía una tan mala idea e incluso deseaba hacerlo voluntariamente...
_ No pensaba que ella fuera de tu gusto – comento Nancy, sacando a Dean de aquel pequeño transe.
_ ¿De qué hablas? – Pregunto él volteando hacia su madrina, que lo miraba con una sonrisa irónica haciendo que el chico se le pusieran las mejillas ligeramente de tonalidad roja.
_ Sabes de que hablo.
_ Tonterías – contesta el chico tratando de sonar convincente, pero fallo.
Nancy echando su cabeza hacia atrás, larga una ronca y contagiosa carcajada, haciendo que Dean frunciera el ceño disgustado.
_ Bueno.. – Comienza a decir Nancy – me parece mejor que la otra chica ¿Cómo era su nombre?
_ Ellen – contesta Dean haciendo una mueca. Él odiaba de hablar de sus ex – aunque no tuviera muchas – odiaba tener que hablar de ellas, sea bueno o no, evitaba incluso decir su nombre.Pero al parecer no muchos lo entendían...
_ Si ella. Me parece bien que eso haya terminado – Nancy da una discreta mirada a la chica que hablaba con el Director, para luego volver la vista hacia su ahijado – Solo te diré que tengas cuidado con la chica – dice señalando a Gina con la cabeza – La vi insultando a Rich y Gordon, para luego gritarle a su madre hasta hacerla llorar.
_ Woo... una chica de temer.
_ Así es. Una chica con carácter
Dean gira su rostro para mirar a la chica nueva, sobre su hombro, que miraba al Director Sample aburrida, pero con la emoción que el Director hablaba, Dean sospecho que él no se había dado cuenta de la expresión de aquella chica.
Después de lo que le pareció una eternidad, el Director Sample llamo a Dean para que se acercara hacia su dirección.
Al momento en que Gina vio aquel chico acercase a ella, Gina supo que tenía que aléjalo lo antes posible. Su cabello negro y ojos celestes eléctrico, era la viva imagen del vocalistas de su banda favorita, con excepción de que el chico que tenía al frete no tenía tatuajes en todo su cuerpo y que vestía ropa que Bryan nunca usaría. 
En el mismo momento en que su nuevo Director le informo a Gina de que el chico que quería alejar iba a ser el chico que iba a orientar la en la escuela, sus planes se vinieron abajo. Ella estaba perdida.
Gina pensó en la posibilidad de pedirle al director que su guía fuera, el cabeza de Zanahoria – con el que había peleado hace un rato -  ya que aun se hallaba sentado a una buena distancia de ellos con el  otro chico regordete. Pero sabía que si pasaba un minuto cerca de aquel chico de cabeza naranja, cometería asesinato.
Así que guardo silencio y se mordió la lengua.
Después de dar los últimos detalles a Dean y a Gina, el Director de despidió de ambos chicos y desapareció en su oficina.
Con una mirada de reojo, Gina vio aquel chico parado al frente de ella. 
Poniéndose de pie y cruzándose de brazos, ella de dispuso a ser lo más desagradable que alguna vez hubiera sido.
_ Bueno... – Comienza a decir la chica para llamar la atención de Dean – ¿Dean verdad? 
Dean entrecerrando los ojos mirando a Gina, para luego asistir lentamente.
_ Ok - dijo la chica-  No es necesario que tú pases el día completo conmigo. No es necesario que seas mi guía turístico solo para ponerme al tanto de la escuela.
>>Me he cambiado de instituto más de lo que te imaginas y he me he mudado más veces que mi propia edad. Para no decir todo mi vida – Gina hace una mueca ante de decir con voz fría y fastidiada lo ultimo-: No te necesito.
Dean supo de inmediato, por la forma en que Gina le hablo, que ella no era una chica de amigos. Más bien Dean supo que Gina era una chica solitaria y con un carácter de miedo y desagradable.
Pero como cualquier chico común, al escuchar aquellas palabras se hubiera alejado lo antes posible de ella. Pero como Dean no era – Según él – un chico normal o común, la actitud de Gina le llamo mucho más la atención, e incluso le gusto mucho más que antes.
Gina al ver la expresión con que la miraba Dean, hizo que ella frunciera el ceño frustrada. No había funcionado.
_ ¿Me escuchaste? –  Pregunto la chica molesta – No pasare el día contigo. No me interesa estar contigo.
_ ¡Genial! – exclama el chico, sorprendiendo a Gina – Porque a mí tampoco me interesa... créeme, prefiero estar haciendo otras cosas que estar aquí charlando contigo, pero no tengo otra opción.
_ Todos tienen otra opción.
_ No cuando estoy salvando mi trasero.
_ ¡Wooo…! Chico malo – comenta Gina sonriendo divertida – No te ves la clase de chico que se mete en problemas.
>> Bueno… aquí, con lo que vi, todos son hijos de papis.
_ Eres del gusto de chicos malos ¿Eh? Una lástima, porque en esta escuela lo más malo que han hecho; es arrojar pintura en plena clase de deporte.
_ ¿Y Quien fue ese chico malo? – Pregunta Gina con una media sonrisa.
_ Se supone que yo. Pero para tu mala suerte, yo no fui el de la brillante idea. Quiero decir… que solo estaba en el lugar equivocado en el minuto equivocado.
Gina sonrió mostrando sus blanco y parejos dientes. 
Dean pudo notar como sus ojos achinaban al minuto de sonreír y como su rostro se dejaba de ver tan frió y duro.
_ Entonces, ¿No eres del comité de Bienvenida? - Pregunta ella
_ ¿Me viste cara de qué...?
_ De un chico que le encanta tener nuevo... ¿Amiguitos?
Dean bufa ruidosamente.
_ Bueno de todas formas. No te necesito.
_ Ok – dijo Dean – Como quieras… ¿Cuál era tu nombre? – Pregunta a pesar de recordar perfectamente su nombre.
_ No le doy mi nombre a cualquiera – contesta secamente.
_ Como sea. Eres tú la que tendrá que dar explicación al Director Sample – Se gira sombre sus talones, pero antes de tomar su camino, él la mira sombre su hombro y le dice-: Buena suerte con ello.
Con eso Dean camina a paso lento hacia la puerta de cristal, que daba con el pasillo de la escuela. Pero antes de salir, el sonido del timbre anunciando el receso de las clases, hizo que Dean no alcanzara a dar un paso fuera de la oficina antes de que los pasillos se llenaran de estudiantes.
Gina miro como aquel chico alto, de espalda ancha y con un formado trasero (Si le miraba el trasero) salía por la puerta de cristal. Era realmente guapo y a la vez inteligente. Bueno… con lo poco que ella logro escuchar de él.
Tras contar los segundos necesarios, para que Dean estuviera lo más lejos posible, Gina – inconscientemente – da una mirada a la Recepcionista/Secretaria de el Director, que por desgracia la había visto como ella le había visto el trasero a Dean.
Gina bajando la vista hacia sus desgastados zapatos, comenzó a caminara fuera de la oficina avergonzada, pero sin antes darle un fuerte golpe en la cabeza al chico cabeza naranja.

(***)

Los pasillos estaban mucho más llenos que cuando ella y su madre habían llegado.
Porristas, Deportistas, Emos y está religiosos, acaparaban el lugar.
Chicas chillando y hablando entre ellas, Grupos de chicos mirando descaradamente el trasero o cualquier parte del cuerpo descubierto de las chicas que sirviera para que su miembro se pusiera duro. 
Besos pegajosos y babosos entre chica y chico y también entre el mismo sexo, era lo que más se veía en los pasillos de aquella escuela.
Era como estar en la mismísima escuela de America Pie, según Gina.
Inconscientemente, Gina se pone en puntilla y tomando con fuerza el mango de su bolso de mezclilla, comenzó a buscar entre la multitud al chico que se parecía a Byran, el vocalista de “Memories”, su banda de rock favorita. Pero la locura que había en los pasillos de aquella escuela, le resultaba imposible lograr ver a el chico de cabello negro azabache y ojos celeste eléctrico. Pero lo que Gina no sabía era que el Chico que ella estaba buscando, estaba atrás de ella apoyado en unas taquillas no muy lejos de ella, mirándola con mucha diversión.
_ ¿Buscas a alguien? - le preguntan Dean, haciendo que Gina se sobre saltara del susto.
Poniéndose ambas manos en el pecho, Gina se gira para ver e insultar a la persona que la había asustado, pero al ver al chico detrás de ella que le sonría realmente divertido, Gina quedo muda. 
La había pillando.
_ ¿Estás Bien? – Pregunta Dean – Te vez como si hubieras visto un fantasma.
_ Pues me has asustado, Idiota – responde ella de mala gana.
_ Lo siento. No fue mi intención.
Gina se gira nuevamente, dándole la espalda al Dean, tratando de buscar un medio de escape, un lugar donde escapar de él.
_ ¿Buscas a alguien? – pregunta Dean en la espalada de Gina.
Gina haciendo una mueca de incomodidad le respondió con tono aburrido:
 _ Sip. Busco a alguien normal en ese lugar.
_ ¿Te parezco anormal? – pregunto él divertido.
Gina girándose en sus talones, miro a Dean desde los pies a la cabeza y desde la cabeza hacia los pies.
El chico usaba unas zapatillas Converse negras con blanco, unos Jeans gris claro, una remera negra con cuello en V, que dejaba al descubierto parte de su pecho, y encima un saco negro. 
Según Gina, Dean tenía el aspecto de chico “Disney”. Para ser sincera, todo el aspecto físico de Dean le recordaba a Gina, a los Chicos Disney; Chicos que salen en esas típicas películas de adolescentes sexys, chicos populares y deportistas que a la vez cantaban y bailaban extremadamente bien. Si... Gina esta mas que segura que si Dean asistía a alguno casting de ese mismo canal, lo contratarían de inmediato e incluso le harían un contrato para que fuera rostro de algún producto. 
<<Ropa interior, sería buena opción>>, pensó ella
_ Sip. Definitivamente anormal –contesta Gina.
_ ¿Y cómo es algo normal para ti? Bueno, si se puede saber.
_ Como Byran Scott.
Dean sonríe y asiste lentamente, mientras se tocaba la barbilla en forma pensativa.
_ El vocalista de Memories.
Los ojos de Gina se le abren como plato al escuchar el nombre de su grupo favorito. Ella nunca pensó que él tuviera el su conocimiento aquel grupo, que por lo general nadie conocía.
_ ¿Los conoces? – pregunta ella aun aturdida.
Dean comienza a reír y asistir a la vez.
_ ¡Woo…! yo te hacia más del gusto de los Backstreet Boy.
_ Son bueno – contesta Dean con una media sonrisa – Mi favorita es “Inconsolable”
Gina comenzó a reír por aquel comentario, que en realidad no esperaba. Aquel chico la estaba sorprendiendo de muchas maneras. Eso le gustaba, pero a la vez le aterraba.
_ ¿Qué hay de Justin Biber?
_ ¡Hey! – exclama Dean con una sonrisa en el rostro – ¿Qué tienes contra la música Pop?


(***)


Ellen se hacia una cola de caballo a su largo y ahora arruinado  Cabellos color miel.
Estaba realmente molesta, con la Entrenadora Johnson.
 <<¿Cómo se le ocurría hacerlas entrenar en la cancha de Futbol con ese clima?>>, se preguntaba la chica. 
Su cabello estaba realmente arruinado por culpa del desenfrenado viento que corría en aquella cancha.
Se ordeno por décima vez el flequillo de su frente, para luego ponerse un poco de brillo labial y echarse su última mirada al espejo.
_ Te vez bien, Ellen – le dice Caroline con una sonrisa amplia en su rostro.
Ellen sin hacerle caso a la opinión de su amiga. Se volvió a examinar en el espejo, sin estar convencida de lo que veía.
_ ¿Me puedes decir cuál es tu problema? – pregunta Caroline peinando con sus delgados y largos dedos, su cabello rubio oscuro.
_ ¡Dean es mi problema! – Exclama Ellen fastidiada.
Acercándose a la lavado del baño, se apoya en él dejando escapar un suspiro de cansancio y fastidio.
_ ¿Qué te ha hecho ahora?
_Nada. Y ese es el problema. No me ha hecho nada ¡Me ignora!
_¡Pff…! Pues has lo mismo, Ellen.
_ No puedo. Nunca nadie me había tratado de esa manera y por eso…
_ Lo quieres devuelta – Caroline termina la frase de su amiga – Ok, ok lo entiendo. Pero creo que su relación se está volviendo enfermiza.
Caroline abre su bolso y saca un labial, para luego comenzar a untarse en sus delgados labios rosa pálido.
_ ¿Qué hay de Adam? – pregunta Caroline de pronto – Él está, hace mucho haciendo fila de tu interminable fila de pretendientes.
_ ¿No me escuchaste cuando te dije que no quiero salir con nadie que no sea Dean Munn? – Pregunta Ellen molesta – Sabes que hace mucho que Dean me ha gustado… Desde hace mucho.
Caroline pone los ojos en blanco al escuchar lo dramática que podía a llegar a ser su amiga, sobre el tema Dean Munn.
Era verdad, el chico era guapo - Realmente Sexy- y como Ellen lo había echo, Caroline también se había fijado en aquel nadador estrella de cabello negro y cuerpo espectacular.
Lo que también era verdad, era lo bien que le quedaba el diminuto traje del equipo de natación. No era mentira, cuando decía que el pequeño traje, se le acomodaba a la perfección y a la vez hacia destacar su gran y definido trasero…
Pero decir que era un chico sexy y obsesionarse como él, como lo estaba su amiga Ellen, eran cosas muy distintas.
Pero una pequeña parte de Caroline entendía a su amiga. Ellen Coleman nunca había sido rechazada en su vida y que Dean Munn, el chico que todas las chicas adoran y idolatran, la haya rechazado era algo que Ellen no soportaba.
_ ¿Tienes un nuevo plan? – pregunto Caroline curiosa.
Ellen solo se limito a sonreír.



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Capitulo 01

Gina miraba aburridamente su nuevo desafío, su nueva escuela. No era que fuera la primera vez que estuviera frente a un nuevo instituto llena de gente desconocida.
Para ser sinceros, este establecimiento era su número treinta y cinco en la vida de Gina.
Ella, no podía entender cómo era posible que su madre la arrastrara nuevamente a mudarse. Ella no entendía por qué se tenían que mudarse cada vez que su madre terminaba con alguno de sus novios.
<< ¿Por qué no se compra un consolado? por último, el aparato no le rompería el corazón >>
Gina ya estaba cansada de ser la chica nueva que nadie recuerda. Ella estaba cansada de ser la chica nueva que se mudó antes de terminar un semestre o ser la chica que camina sola por pasillos a causa de no tener amigos.
<< ¿Para qué hacer amigos y encariñarse si no viviré en esta nueva ciudad un semestre completo? >>
Lo mejor según ella, era evitar problemas y ser indiferente. Era la mejor opción para solucionar Tal problema.
_ ¿Lista?- le pregunta su madre cerrando la puerta del auto.
La Madre de Gina, Daniela era la clase de mujer que cuando una chica está a su lado - por muy guapa que sea - siempre la minimiza con su belleza y simpatía.
Daniela con su cabello marrón, sus ojos castaños y sus labios muy bien pintados rojos, hacía que su propia hija se opacara con su presencia. Daniela era una mujer que no pasaba desapercibida en ningún sitio. Ni siquiera en ese momento, en la escuela de su única hija.
Ya abajo del auto, ambas mujeres caminaban por el estacionamiento que a esa hora de la mañana estaba acaparados por estudiantes y profesores.
Las miradas indiscretas y lujuriosas de los jóvenes alumnos, como también de inspectores, auxiliares y profesores, hacia la más mayor de las Torres, hacía que Gina se sintiera incomodan y enfada.
Fulminado a cada hombre con mucha hormonas, Gina se voltio hacia su madre que camina tranquilamente moviendo sus caderas a cada paso que daba.
_ ¿Podrías dejar de mover tu trasero? - le pregunta Gina con voz hostil - O mejor dicho... dejar de querer ser el centro de atención, por una sola vez.
_ No trato de llamar la atención, Gina.
_ Bueno, si no quisieras llamar la atención; te vestirías como cualquier madre normal lo haría. No como una Stripper barata. 
Daniela al escuchar las palabras venenosas y llenas de furia por parte de su hija, frunció el ceño frustrada al no entender a que venía su odio hacia ella. Pero antes de que Daniela pudiera decir alguna palabra, su hija comenzó su marcha mucho rápido, dejando a la joven madre mirándola confundida y sin entender su repentino ataque de irá.

(***)

_ No es normal que nuestra escuela reciba a alumnos nuevos a mitad de año y menos en el último curso de instituto.
La oficina del director era bastante pequeña, para las otras oficinas de Otros directores que Gina había conocido en sus largos y solitarios dieciocho años. Pero lo que no cambiaba nunca, era el discurso.Todos eran igual e incluso, Gina sospechaba que todos los Directores de todo el país, se ponían de acuerdo en con aquel discurso.
Aburrida por aquel alegato de; “En nuestra escuela es importante… bla, bla, bla… la disciplina… bla, bla, bla… para una mejor educación con mejores profesionales para un cercano futuro…. Bla, bla, bla y bla”
Gina comenzó a mirar muy interesada la oficina en que se encontraba. Según las chicas la personalidad de las personas se podía reflejar en distintas área, como por ejemplo;
a) La forma de su aspecto: basándose en la forma de vestir, la forma de hablar, expresarse e incluso la forma de sus gestos.
b) La forma de ver como es una persona: Ahí, Gina se fijaba en la forma en que decoraban el lugar que pasaban mucho más tiempo. Como por ejemplo su lugar de trabajo, casa, cuarto, Etc.
Así que basándose en su teoría, Gina comenzó a analizar la personalidad de aquel hombre detrás del escritorio.
El Director Sample era un hombre afroamericano de contextura delgada, con cabello negro corto y muy rizado. Tenía una sonrisa encantadoras y gentil. Era la clase de hombre que uno podía sentir la confianza para contar tu problemas familiares, tu primera relación sexual, tristezas, alegrías y toda esas cosas que un adolescente no capaz de contar a sus padres.
Era un hombre muy bien vestido, traje hecho a la medida y perfectamente planchado, y eso hizo que Gina tuviera una pequeña idea de un su método de educación en la escuela.
Su oficina había varias fotografías personales pegadas en la paredes, donde lo mostraba él y a su familia.
En su escritorio de madera descontinuada, descansaba varios papeles y carpetas sin orden. Y como decoración, una figura de yeso en forma de una mujer con muchas curvas – con bastante peso – boca abajo completamente desnuda. No era una figura obscena, si no que daba una muestra de la belleza femenina que pocos hombres admiran.
Así paso varios minutos Gina mirando cada detalle de la oficina de su nuevo director. Con lo que ella pudo descifrar la siguiente personalidad;
1) El Sr. Sample era un hombre comprensible y gentil.
>> Era la clase de hombre que sabía escuchar a sus alumnos a pesar de que no lo merecieran.
2) Era fans de la antigua educación. Ordenada y correcta.
>> Era un hombre que no se le escapaba detalle alguno, aunque fuera el más mínimo.
3) El Director Sample, era un hombre de familia que siempre quería verse cercano a sus alumnos.
Y como último... El Sr. Sample, necesitaba un ordenador y un asistente más eficiente.
_ ¿Le parece bien Srta. Torres?
Esa era la voz del Sr. Sample llamando la atención de Gina haciéndola sobresaltar de su asiento. 
Sin querer decir que no había estado prestando atención a lo que hablaban, Gina se limitó a decir lo que ella concurridas veces le decía a madre cuando está le hablaba y ella no le prestaba atención.
_ Sí, claro – le contesta la chica con una sonrisa nerviosa.
_ ¡Fantástico! – Exclamo el hombre – Iré a hablar con él de inmediato. 
>>Así que si no les molesta ¿Me podrían esperar unos minutos en la recepción?
Las dos Torres, asistieron forzando una sonrisa que no le alcazaba a llegar a los ojos.
Al ver a las dos Féminas hacer lo mismos gestos, el Sr. Sample sonrió al ver lo mucho que las dos mujeres se parecía a pesar de que eran totalmente diferente, en lo que respectaba a la personalidad.
Poniéndose de pie, el Director Sample y las dos Torres, se dispuso a salir de la oficina.
Al minuto en que el Sr. Sample desapareció de la recepción, dejando a las dos mujeres solas – Experto los dos chicos que se encontraban sentados a vasta metros de ella y la Recepcionista/Secretaria – Gina se voltio hacia su madre y le susurro, preocupada:
_ Dime que no he estado de acuerdo a unirme a las animadoras.
_ ¿Qué tienes contras las animadoras? – Pregunta su madre indignada – Yo fui una en el instituto, en mi último año. Y no hay ningún pecado en ello...
_ ¿No fue en tu “último año”, que quedaste embarazada de mí?
Su madre le dio una mirada asesina, antes de volver la vista hacia la puerta de cristal, donde hace unos minutos se había ido el Director Sample. 
La mandíbula de Daniela estaba tensa y sus labios hacia una sola línea. Gina, sabía que había ofendido a su madre, pero no sentía culpa o remordimiento en ello, sino todo lo contrario. Ella se sentía realmente orgullosa por sus palabras.
_ Dijo que traerá a un chico, para mostrarte la escuela - Dice Daniela, después de unos segundos - Creo que se llama Dean.
(***)
_ Eso no es justo - Dice un chico después de escuchar a el Sr. Sample decir su discurso de " Como pagar mal comportamiento con trabajo comunitario".
Dean estaba harto de estar en detención, eso era cierto, pero prefería estar en detención a que tener que pasar su día completo con quien sabe que fuera él tal Torres.
Todo el mundo sabía que, Dean odiaba tener que compartir con personas que no son de su círculo de amistad. Y sobre todo, Dean odiaba compartir con personas que no sabía tabla un tema - según él - realmente interesante en una conversación.
No era un chico típico que salía en las películas de adolescentes o como los describen las novelas. Dean no era el chico deportista estrella de la escuela, ni tampoco era el chico malo que todo el mundo temía. Dean se describía - él mismo - como un chico con ideas propias, con sus propias ideologías.
Encajar en un grupo de estudiantes no era prioridad, ni tampoco le interesaba ser el rey del baile. Su mayor preocupación era entrar a una buena universidad. 
_ La vida no es Justa, Sr.Munn – Le dice el Director con una media sonrisa en su rostro
_ ¿Y qué pasa con los chicos del grupo de Bienvenida escolar? Ese es su trabajo, no el mío.
_ ¿Chicos? – pregunta el Director largando una carcajada – ¿Grupo? Él único que era parte de ese "Grupo" de Bienvenida escolar, era Jeremy Michell y aun trata de recuperes de tu último jugarreta.
_ No fue mi culpa que él tuviera una piel delicada.
_ No le hubiera pasado nada a el Sr. Michell sino hubiera tirado pintura en plena clase de educación física... - Sr. Sample negó desconcertado - Aun no entiendo cuál era el motivo - suspira encogiéndose de hombros - Pero bueno...
Dean pone los ojos en blanco.
Él no entendía porque el director Sample y el entrenador Rodríguez se empeñaban en culparlo a él por algo que había hecho Mark, no él.
En pocas palabras, Dean estaba en el lugar y en el momento equivocado.
<< Me lo pagaran, malditas Gusano. Me las pagaras por esto…>>
_ Es esto o suspensión…Y sé que estas postulando para entrar a Columbia y una suspensión por mal comportamiento arruinaría su postulacion. 
>> Piense lo, Sr. Munn, es solo un día - Insiste el Sr. Sample - Y quien sabes, quizás te agrade.
Dean bufa burlesca mente, para luego decir seriamente:
_ Lo dudo.

(***)

_ Gracias - dice Gina al recibir su nuevo horario de clase.
La asiste del Sr. Sample, que debería tener más años que su abuela, le dio una sonrisa atenta y cariñosa, antes de volver su atención a su trabajo.
Gina se girando sombre sus talones, ve a su madre muy entretenida.
Frunciendo el ceño y dando una mirada asesina, Gina comenzó a caminar hacia su madre que estaba charlando con dos chicos, que probablemente debían tener la misma edad que la chica.
Al llegar al lado de su madre, Gina fulmina a ambos chicos que miraban a su madre como pedazo de carne, antes de aclarar su garganta para llamar la atención de aquel grupo.
Tres pares de ojos se fueron directo en dirección de la chica, con ceño fruncido.
Gina miro con cara de pocos amigos al Chico más alto de cabello rojizo Zanahoria que tenía el brazo sobre el hombro de su madre, para después decir:
_ Mi madre solo sale con “Hombres” que tengas una polla lo suficientemente grande para satisfacerla.
>> Lo siento, pero dudo que ustedes dos, tengan esa característica.
Los ojos de Daniela como el del chico pelirrojo, se abrieron exageradamente por la sorpresa.
Pero los que estaban realmente entretenidos por la situación eran el otro chico y la Recepcionista/Secretaria, la cual se escuchaba desde lejos reír.
El chico pelirrojo soltó a la madre de Gina, para lograr darle un fuerte golpe en la nuca a su amigo.
_ Deja de reírte – dijo el pelirrojo entre dientes, haciendo que su amigo riera mucho más fuerte que antes.
Gina miro con mucha simpatía al chico que reía. Él era un poco más bajo que el pelirrojo, su cabello era rubio claro y su ojos color miel. Él tenía bástate peso encima a la diferencia de su amigo, pero sus rasgos de sus rostro era mucho más atractivas que el pelirrojo.
Era bastante mono, según Gina
Con la mirada de odio, el chico pelirrojo miro a Gina desde la punta de la cabeza hasta la punta de sus pies. Cuando volvió la vista hacia el rostro de su nueva enemiga, el pelirrojo dijo con voz aburrida:
_ ¿Tú eres...?
_ La Hija de la mujer que te tratas de Ligar, Grandísimo Idiota.
_ Entonces te pareces a tu Padre - murmura el chico pelirrojo.
Para la mala suerte del chico, Gina lo había escuchado. Y como señal de a ver oído su mal comentario, la menor de las Torres le dio una mirada asesina que hizo que ambos chicos dieran un paso atrás.
Antes que Gina lograra abrir la boca para decir algo desagradable al chico que la había ofendido, su madre, Daniela, la interrumpe.
_ Gina, cariño - Dice Daniela tomándola del brazo y jalándola lejos de los dos chicos.
Cuando ya estaba lo suficiente lejos para que ambos chicos no las escucharan, les dice entre dientes:
_ ¿Qué rayos te pasa, Gina?
_ ¿Qué me pasa? ¡Por Dios, Daniela! Me ha insultado.
_ Claro, porque tú lo insultaste primero.
_ ¡Genial! Ahora lo defiendes – Contesta la chica secamente – Dime… ¿Cuál de los dos será mi nuevo padrastro? ¿La cabeza de zanahoria que estas defendiendo?
_ Gina ¿por quién me tomas…? – pregunta su madre quebrándosele la voz.
_ Por una mujer que ha tenido más novio de lo que tiene de edad.
_ ¿Tanto te molesta eso?
_ ¡Pues claro que me molesta! – Grita la joven molesta – Ya que cada vez que algún idiota se aburre de ti, nosotras tenemos que mudarnos.
Se producción un gran silencio en toda la oficina, un silencio incomodo que de momento hizo que Gina sintiera vergüenza por aquel arrebato de ira, pero solo no significaba que ella estuviera arrepentida.
_Ya estoy bien... – dice Gina rompiendo el silencio – no es necesario que te quedes más tiempo conmigo.
_ ¿Quieres que me vaya?
_ Si, Daniela - contesta la chica dándole la espalda - Vete a conseguir nuevo novio. Pero por favor... que no sea alguno de mis compañero de clase.
Dicho eso la chica se fue a tomar asiento en la de las esquinas más lejanas.
Sacando su reproductor, Gina se pone ambos auriculares para escuchar música a todo volumen y así ignorar todo a su alrededor

(***)

Daniela se sentía molesta y dolida. Pero a pesar de todo, entendía el enfado de su Hija.
Ella tenía la culpa de todas las mudanza y de que su hija no tenga la vida normal de cualquier adolescente debería tener.
<< Si dejara de tener citas y evitara enamorarme de hombres sin corazón que solo quieren mi cuerpo ¿Las cosas serían diferentes?
Si se dejaran de mudarnos y por fin nos estableciéramos en una ciudad ¿Gina sería diferente y feliz? >>, Esa era las preguntas que Daniela se hacía caminado por los pasillos, ahora vacíos de la nueva escuela de su hija.
Daniela había tratado de acercarse a su hija como le había aconsejado su terapeuta y su madre, pero las cosas había salido peor. Su hija la odiaba y hacerle caso al consejo, le había servida para darse cuenta de eso.
Lo que no lograba entender era que en que minuto su hija que era amante de los animales, cariñosa y amable se había convertido en lo que ahora era.
Daniela niega con la cabeza a oír la respuesta en sus pensamientos. Ella la había convertido en lo que era ahora.
Secándose ambas mejillas y limpiándose el maquillaje corrido, Daniela comenzó a caminar mucho más deprisa por los pasillos, para así llegar pronto al estacionamiento.
Pero ante de cumplir su objetivo. Daniela lo ve y “él” la ve a ella.
Él seguía como Daniela lo recordaba. Tan guapo como la primera vez que lo vio.
Su cabello y ojos marrones, su ancha espalda y sus facciones del rostro bien marcadas. Todo seguía igual, solo que ahora ya no tenía Dieciocho y ella tampoco.

Prologo

El ambiente estaba denso y la lluvia no se cesaba por Días...
Elizabeth se encontraba mirando por la ventana con su tazón de café cargado entre sus manos. Su cabellos rojizo se encontraba húmedo por la fuerte lluvia que caía fuertemente fuera.
Se sentía agotada, como si su hubiera corrido una mataron de 30 kilómetro en la orilla de mar.
Hace mucho tiempo que Daniel no se había aparecido en sus aposentos, hace mucho que no había visto ese rostros Angelical.
La cosas se estaban poniendo feas, según Elizabeth, la depravación del mundo y la excesiva falta de criterio de las personas estaba siendo que su  trabajo cada día sea mas pesado.
<< ¿Que pasaría si la gente común y corriente pudiera ver lo que ella ve?- se preguntaba Elizabeth- ¿Serian igual de inconscientes? ¿Harían las mismas cosas? >>
Elizabeth sentía que su cabeza iba explotar. La fuerzas que había usado hoy con la terca y  siniestra Norma, la habían debilitado por completo y sabia que las fuerzas que había usado no la podría recuperar hasta dentro de un mes o más.
Elizabeth, dejo el tazón, medio lleno sobre la mesa de la cocina. Le puso de pie  y a pasos lentos y forzados comenzó a caminar hacia su habitación.
Caminado por los estrechos y en mal estados, pasillo de la su casa, Elizabeth se detiene en medio de esté.
El fuerte gemido de su pequeño cachorro le llamo la atención.
<< Jim nunca ladrada y nunca hacia ruido>>
Elizabeth comenzó a caminar hacia  la sala donde provenía aquel sonido que hacia que su corazón latiera mucho mas fuerte de lo normal. ¿Que le ocurría a su pequeño al cachorro? ¿A que venia tan doloroso sonido que emitía?
Cuando llega a la pequeña sala, todo estaba en su lugar. La mesa de centro en su lugar, el sofá de terciopelo de color crema - que le había costado su sueldo de un mes - yacía en el mismo lugar y en este mismo, el pequeño  Jim dormía plácidamente.
¿Que había ocurrido? Ella esta segura que su pequeño perro estaba gimiendo de dolor... Elizabeth se pasa la mano por su - ahora - alocado cabello rojizo.
_ Me estoy volviendo loca. Me estoy volviendo paranoica - murmuro en voz baja
Antes de emprender su camino devuelta a su habitación, el sonido de algo cayendo en el piso hizo que que Elizabeth se pusiera en alerta.
Los-  pequeños y pocos- vellos  de los brazos se le erizaron.
Rápidamente Elizabeth comenzó a caminar en dirección de la cocina, donde venia aquel sonido. Al  llegar a la puerta de la cocina, ella pudo ver  la mimo tazón - que había usado hace unos minutos atrás - en el piso, echo trizas.
En aquella cocina no había nadie, ningún ser que hiciera deducir que algo andaba mal.
La vista de Elizabeth se posa en la ventana de la cocina. Se encontraba abierta hasta atrás.
<< Quizás se abrió con el fuerte viento - dedujo ella- quizás el mismo viento fue el causante que aquel tazón cayera al piso>>
_Eres un paranoica, Elizabeth - se dijo ella misma - tienes que tranquilizarte... - esta comenzó a caminar rápidamente al interior de la cocina, directo a la venta abierta -  Estas en casa y nada pude pasarte - cerro la venta - Nada puede entrar...
_ ¿Tan segura de eso estas? - dijo una voz ronca y profunda detrás ella.
Elizabeth, se quedo congelada en el mismo instante que escucho aquella voz. Ella no necesitaba volitarse para saber quien era... su piel estaba erizada por completo y esa era la mas grande señal que ella tenia.
Sus manos inconscientemente comenzaron a templar. No era posible, se decía ella misma, no era posible que él estuviera parado detrás de ella.
Lentamente Elizabeth comenzó a girarse en la dirección que venia aquella voz.
_Belcebu - dijo ella.
Aquel hombre que tenia frente a ella era alto,delgado, con hombros anchos y cabellera rubia hasta el los hombros - este rubio era un rubio que ella misma sabia como llamar - Sus grandes y maliciosos ojos Celeste esteba pegada en Elizabeth.
Esté sonrió lentamente, era una sonrisa que nada bueno prometía.
Belcebu comenzó a dar pasos lentos pero seguro hacia aquella mujer, frete de él. Y cuando esté estuvo cara a cara de Elizabeth, la sonrisa de su rostro se hizo mucho mas amplias y mas maliciosa.
_ Querrás decir Sr. Belcebu. ¿No te enseñaron que ser descortés y tutear a tus mayores es una falta de respeto? - pregunto este, ladeando la  cabeza.
_ ¿Qu...qu.. que haces... en mi casa? - pregunto ella tartamudeando.
_ Bueno - dice el con voz cantadita - ¿Que crees? - sonríe dando un paso hacia atrás - Me canse que tú y los inútiles priveligiados me estropeen mis planes  - sus ojos celestes se queda mirando fijamente a los ojos de grises de Elizabeth desnudando su alma...
_ ¿Enamorada de el esposo de tu hermana? - pregunto él - ¿Enserio? - larga un fría y desagradable carcajada - Eres patética...
_ ¿Como es que sabes eso de mi?
Este solo se limito a sonreír como respuesta.
_ Creo que no te han advertido bien de mi. No te han dicho lo que pudo y no saber. No te han dicho lo peligros y vengativo que puedo ser - sonríe - Por algo no soy Dios
Belcebu de una manera sobre natural hace alza una de sus grandes manos hacia el cielo. Después de unas palabras en un idioma, que ella no lograba entender y que hacia que un gran escalofrió recorriera todo su cuerpo, los dedos de Balcebu comenzaron a salta llamas, llamas que eran de color rojo intenso acompañado de un fuerte olor a azufre y descomposición, que  lleno la pequeña cocina de Elizabeth.
Ante que ella pudiera pestaña, las llamas crecieron y corrieron a su dirección.
Casi no sintió dolor, pero el cuerpo de Elizabeth callo al piso echo cenizas...
Belcebu camino hacia el pequeño montón de cenizas en el piso y con una mirada de desprecio dijo:
_ Eso es por intervenir en mis asuntos - Sonrió -  Que descanses en paz. Que Dios te reciba en sus hermoso paraíso
Calmadamente alzando las - manos en forma de oracion - y  cerro los ojos.
_ Ya me pertecences - dijo y una gran luz color de color Celeste Cielo, se levanto desde las cenizas, para luego introduccirse en el cuerpo de aquel hombre maligno.